La magnitud de los sismos también ocasionó daños significativos en la infraestructura y los servicios esenciales, afectando a alrededor de 300.000 edificaciones y dejando a miles de personas sin hogar, alimentos, agua y con una urgente necesidad de atención médica y emocional.
En Siria, la tragedia se vio agravada por una situación ya crítica debido a la guerra civil que sufre el país y que en abril cumplirá 13 años. Antes del terremoto, 15.3 millones de personas ya necesitaban ayuda humanitaria y 6.8 millones vivían como desplazadas internas, convirtiendo a Siria en el país con mayor cantidad de personas desplazadas internamente en el mundo.
Respuesta solidaria desde el primer momento
Desde Entreculturas y Alboan como miembros de la Red Xavier, junto al Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), estuvimos presentes desde el primer momento con una respuesta coordinada y rápida en Aleppo, Homs, Kafroun y Damasco para acompañar a más de 44.000 personas.
Para hacer frente a las diversas necesidades de las familias afectadas, nos enfocamos en garantizar la seguridad alimentaria, brindar apoyo psicosocial y ofrecer servicios de atención médica.
Atención integral
La asistencia alimentaria fue una prioridad clave en nuestra primera respuesta ante la emergencia. Distribuimos canastas de alimentos a más de 11.000 familias para garantizar su bienestar alimentario.
Además, teniendo en cuenta las severas condiciones invernales en Siria, donde las temperaturas descienden por debajo de cero, distribuimos ropa de abrigo para garantizar la protección y el bienestar de las comunidades afectadas durante el periodo más duro del invierno.
El terremoto no solo causó necesidades materiales, sino también afectó emocional y mentalmente a las personas. Desde las primeras semanas tras el evento, hemos acompañado constantemente a las familias, ofreciendo ayuda personalizada para que puedan recuperar las dificultades y recuperar el bienestar emocional tras los terremotos.
También hemos ofrecido servicios médicos, a través de la Clínica de Emergencia del JRS, y respaldado financieramente a aquellas personas que necesitaban atención especial. Esto implicó evaluaciones, diagnósticos y, en ciertos casos, intervenciones quirúrgicas.
Impacto en la población siria en España
Pero el terremoto no solo supuso un gran impacto para la población local, sino que también fue un duro golpe para las familias de origen sirio reasentadas en España. Se dió el caso de personas que, a pesar de tener familiares y amistades afectadas o fallecidas, no pudieron brindar el apoyo, el acompañamiento o la despedida necesaria. El sistema de protección internacional dificulta el desplazamiento de las familias refugiadas impidiendo viajar a países de origen. Además, las personas perceptoras de la RGI, debido a la normativa de la misma, no pudieron contribuir económicamente a la reparación y reconstrucción de la vida de los familiares y amigos afectados.
En algunas comunidades autónomas, como Navarra y Euskadi, desde el Servicio Jesuita a Migrantes se acompañan procesos de reasentamiento de familias sirias a través del Patrocinio Comunitario. En esta comunidades, desde Alboan y Entreculturas se apoyó la puesta en marcha un plan para proteger y acompañar a las familias en un momento tan complejo. El plan contemplaba la puesta en marcha de procesos grupales terapéuticos, intensificar el acompañamiento técnico y el apoyo económico a familiares afectados.
La red de apoyo, que ya se había generado en torno al Patrocinio Comunitario, fue fundamental para el proceso de reparación del dolor generado por la catástrofe. El vínculo comunitario, que se genera entre las familias y las personas voluntarias del grupo de acogida, es un eje fundamental en el que se ofrece el apoyo social y emocional desde la cercanía y la cotidianidad.